lunes, 13 de febrero de 2012

282.- UN DIA PERDIDO

Pues sí. Un día perdido en cuestiones de mecánica, pero nunca se sabe si a lo mejor es un día ganado, porque lo mismo no me doy cuenta del fallo, monto y la semana que viene tengo que volver a desmontarlo todo. ¿El culpable? Pues el dichoso retén del cigüeñal, pero aquí se han acabado sus trastadas. He descubierto su punto flaco y ya no volverá a vencerme nunca más. Bueno, eso lo explico luego. Vamos al principio: Salí de Sevilla a las 9:05 horas con mas miedo al frío que otra cosa, porque el termómetro del interior del cockpit de la R100RS marcaba 3 ºC. El aspecto del dia, sin embargo era inmejorable: ni una nube y nada de viento. Me puse en marcha y la temperatura fue bajando poco a poco, décima a décima, hasta llegar a los 2 ºC en Utrera. Allí me pensaba que seguiría descendiendo y me esperaba llegar a algún grado bajo cero en Ronda, pero no, se ve que el Lorenzo estaba de buenas y se dedicó a ir calentando la mañana, de modo que, décima a décima, fue subiendo la temperatura y llegué a GMW con 5 ºC y sin haberme enterado del frío ¡qué gran moto la R100RS!
Apenas llegué, y tras los trámites de rigor (llamada de teléfono, encender la música y limpiar la visera del casco) me puse a la tarea: quedaba montar el embrague y la transmisión, desde el cigüeñal hasta la rueda, que se me quedó a medias el último día porque el disco de embrague estaba en un estado lamentable. Tan lamentable como esto: véase su estado en comparación con el nuevo:


Para los menos observadores: el remache estaba ya comido, rozando con los platos:


Antes de meterme en faena cambié el manocontacto, que tambien estaba rezumando un poco de aceite


y el sensor de punto muerto, que había cambiado por uno que tenía en el cajón pero que no era el suyo, así que había comprado el que de verdad le correspondía y lo sustituí. Por cierto, me he enterado de que el otro, el del pirindolo largo que está encima de la mesa, corresponde al os modelos antiguos, los /6 y /5. Lo guardo por si alguna vez tengo la suerte de pillar una de esas motos.


Antes de empezar a montarlo todo, como había pedido el disco de embrague, ya aproveché un poquito mas de poyaque y pedí la junta tórica de la bomba de aceite, que mi idea es no volver a desmontar esta zona en mucho tiempo, y si el disco de embrague estaba así, la tórica no debía estar mucho más allá. Quité los cuatro tornillos que sujetan la tapa


y ya que estaba allí me puse a medir la holgura entre el rotor exterior y el cuerpo de la bomba, que segun el Churchill debe ser de 0'150 a 0'296 mm. Entraba la galga de 0'15, pero no la de 0'20, luego está en su sitio.


La holgura entre rotor interno y externo dice el Churchill que debe ser entre 0'12 y 0'20 mm, y aquí no entraba la de 0'15 y sí la de 0'10, así que lo di por bueno.


Limpié bien la tapa y coloque la junta tórica nueva


La vieja no tenía un aspecto pésimo, pero cuando una junta tórica es capaz de quedarse así, mejor cambiarla:


Vuelta a colocar todo en su sitio y apriete con la dinamométrica de los cuatro tornillo a 9 Nm.


Y ya iba a empezar la faena cuando me fijo en el retén del cigüeñal y veo que tiene el labio un poco retorcido


No lo había colocado bien el último día, y no solo eso, sino que encima no me había dado cuenta de que estaba mal puesto y por poco lo monto todo en falso, porque lo más probable es que se hubiese puesto a tirar aceite al poco tiempo.
Se me quedó una carita de pena cuando vi esto que hasta el gato de vecino vino a consolarme. Bueno, como decía al principio, casi mejor así, pero se me quedó el día vacío. Ya no tenía nada que hacer y lo que al principio iba a ser un día atareado se quedó en un día sin contenido.
Saqué el retén del cigüeñal y me puse a pensar que debería haber alguna forma fácil de meterlo, aparte de aquella que usamos en la reconstrucción de la R80 de Manolo. Por lo pronto saqué el retén del cigüeñal, y ya que estaba, cosa que debía haber hecho al desmontar la primera vez, saqué el anillo de rodadura del cigüeñal. Este anillo lleva una junta tórica dentro que también es conveniente cambiar y que se me pasó,


pero para eso está el poyaque, así que la añado al nuevo retén del cigüeñal que tengo que poner y la cambio el próximo dia.


Con estas piezas en la mano me puse a pensar de qué manera se podría poner el retén del cigüeñal sin fastidiarlo y se me ocurrió que se podría colocar en el bloque motor estando este anillo de rodadura fuera, con lo que no habría ni que amoldarlo a la botella de La Ina, sino simplemente colocarlo en su sitio pero como digo, con el anillo de rodadura desmontado. Seguidamente solo habría que colocar el anillo de rodadura en su sitio y llevarlo hasta el fondo con los cinco tornillos. No es que haya que apretar mucho, pero mejor hacerlo sin empujar el cigüeñal para evitar problemas. Con esto el retén se quedaría perfectamente colocado, sin riesgos. Después, se quitarían los cinco tornillos, se colocaría el plato de inercia y nuevamente los tornillos con su arandela de cinco agujeros. Algo parecido a lo que se ve en estas fotos siguientes. El anillo de rodadura se apoya suavemente sobre el labio del retén


Con un poco de presión, la necesaria para que vaya a su sitio, el retén queda perfectamente colocado: estaría enrasado en el bloque motor y el labio quedaría perfectamente en su sitio, cerrando el anillo de rodadura:



Otro poyaque que había previsto era cambiar el retén del primario de la caja de cambios, y ese era más fácil. Lo mas difícil fue extraer el viejo, que se resistió el puñetero porque le habían puesto pasta de juntas o algo parecido en el exterior.





Y aquí se acabó el día. Limpié un poco, ordené las motos, preparé la R1100S y me volví con ella. Una delicia de paseo y si la R100RS me había procurado muy buen viaje por la mañana, la R1100S hizo que me lo pasase de miedo por la tarde. Lo único malo es que voy a estar una semana más con la dichosa avería de la gotita de aceite, y van... 
La semana que viene, si tengo el retén y la tórica, veremos si mi invento funciona, que creo que sí.

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