domingo, 11 de julio de 2010

207.- COMO METERLE MANO A TODAS EN EL MISMO DIA

Pues eso es lo que he hecho. Cada una se ha llevado su ración de trabajo, y eso que ha sido uno de los días peores para trabajar, porque además del calorazo que hacía, había salido tarde, y llegado consecuentemente tarde, que el tiempo no se para, y además venía arrastrando los excesos del día anterior, día en el que coincidieron múltiples celebraciones, y claro, eso se paga. Total, que era mas un día de los de quedarse en casa que de andar enredando, pero además de que había quedado con Javier para carburarle la moto, quería arreglar el problema de la bomba de aceite de la R100RS a ver si me la podía llevar a Asturias la semana que viene, aunque me parece que no va a ser posible.
Llegué a Ronda a eso de las 11 de la mañana, y Javier ya me estaba esperando en la venta, e incluso me había mandado un mensaje al teléfono celular (que argentino queda eso ¿no?) pero como este teléfono vibra más bien poco, ni me enteré hasta que fui expresamente a ver si alguien me había llamado. El caso es que hasta las once y pico no empezamos a hacer nada. Después del ritual de encender cosas, lavar la visera del casco y avisar de que he llegado, nos pusimos con la moto de Javier. La carburación estaba regularcilla nada más, pero con un par de aprietes por aquí y otro par de aprietes por allá se quedó en su sitio. Aunque no me ha comentado nada Javier del viaje de vuelta, la probó en carretera y decía que iba bien. Espero que siga así mucho tiempo.
A continuación nos pusimos con el depósito de la R65, al que había que ponerle la cerradura de la guantera. Javier, muy amablemente, me hizo una arandelita tamaño microscópico, que eso de trabajar cosas minúsculas es lo suyo.
Finalmente colocamos la cerradura en la guantera y dejamos el depósito al sol para que se evaporase cualquier resto de gasolina, antes de aplicar la resina plástica.
Seguidamente nos pusimos con la R80ST, que se había quedado a la espera de ponerle los colectores y la marmita. Como da la casualidad de que en esta semana el amigo Minchán me ha mandado los colectores y la "Y" en sustitución de la marmita, aquello que parecía dejar las cosas a medio hacer se quedó solo en un "mejor la dejo así, por si acaso, no vaya a tener que desmontar de nuevo". Obsérvese que ya está colocado en la pared el cartel de Halloween de este año.

No hubo ningún problema al colocar todo el sistema de escape, ya que está perfectamente hecho. Y desde luego no hay color de cómo queda de bonito y de como suena.

Y estábamos admirando el sonido y comprobando que no hubiese fugas de gases por ningún lado, cuando vemos que chorrea aceite por el espárrago superior trasero del cilindro derecho, en su unión con el bloque motor.

Bueno, parece que es algo que no monté bien el último día. Colector y carburador fuera, aflojar las tuercas de fijación y extraer un poco el cilindro: La causa del problema está clara: he pisado la tórica del esparrago de engrase trasero y la he aplastado de mala manera. Ni idea de cómo ha podido ocurrir eso, pero ahí está.

No tengo otra tórica igual, pero afortunadamente, aun no he vaciado la papelera, y allí encuentro las juntas que quité el ultimo día. Están un poco rígidas, pero pueden servir. Saco el cilindro con el pistón dentro para ahorrar trabajo, coloco la tórica en su sitio y vuelvo a montarlo todo. Ajustes de apriete a 15, 25 y 37 Nm y a comprobarlo todo de nuevo. Ahora ya no se escapa ni gota. Para acabar con la R80ST, una limpieza rápida de carburadores, montaje y a rodarla. Pruebo la moto con los escapes nuevos y a pesar de que solo la cojo por el carril (200 metros entre ida y vuelta), me impresiona muy favorablemente. Ya veremos más adelante, cuando tenga tiempo para estrujarla un poco, aunque ahora está en rodaje de segmentos.
A continuación preparamos la resina de poliester (medio kilogramo)

y la echamos en el interior del depósito, al que previamente le he quitado el grifo de gasolina y le he taponado el agujero con un tornillo de tamaño adecuado para que no se rellene de plástico y quede permeable. En ese tiempo descuido un poco el vaso y se me polimeriza, con lo que tengo que volver a empezar de nuevo. Javier se marcha y yo me quedo moviendo el depósito en todas direcciones para que se tapice bien todo el interior y se taponen todos los sitios de posibles fugas. Cuando la muestra que he dejado en el vaso ha polimerizado completamente, dejo de moverlo y considero acabada la operación. Ya solo queda probarlo el próximo día con gasolina, y si me acuerdo, dejaré una muestra del plástico en un tarro con gasolina para ver la evolución que sigue a lo largo del tiempo.
Ahora le toca el turno a la R100RS. Es algo tarde para empezar con ella, las 15:25, y me temo que no me va a dar tiempo a hacer todo lo que tengo que hacerle, pero aun así, me lío la manta a la cabeza y me pongo con ella. No hay que hacerle casi nada, solo cambiar los rotores de la bomba de aceite, que están detrás de una tapa con cuatro tornillitos; el problema es que esa tapa está mas allá de la caja de cambio, el embrague y el plato de inercia, y para llegar allí hay que sudar un rato. Y además, me he planteado un "poyaque", fenómeno muy conocido de los que trasteamos motos viejas: pos ya que estoy aquí cambio esto, y lo otro... Así que, además de los rotores, iba a cambiar el muelle y el disco de embrague, y el retén del cigüeñal.

A todo esto, la idea inicial era tener acabada la moto en la tarde del sábado para poder llevármela el viernes para Asturias, así que me espoleaba la prisa.
Para empezar, lo primero que hice fue quitar la rueda trasera. Un consejo, que siempre se me olvida y tengo que sacarla a tirones: es mejor aflojarle un poco la presión para que salga con mayor facilidad. Lo suyo sería vaciarla completamente, pero con quitarle un poco de presión para que el neumático pueda ceder un poco, es bastante.

A continuación quité los silenciadores, que aunque parezca que no, siempre acaban dando la lata, y así, de paso, antes de volver a montarlos les doy un buen fregado, que la parte interna siempre se queda algo sucia.

Quito los tornillos inferiores de los amortiguadores para que me permitan extraer el basculante, y en realidad, debería haberlos quitado enteros, para hacerles lo mismo que a los silenciadores: una limpieza seria antes de montarlos.

Ahora aflojo la cinta de sujeción del fuelle de goma

y con una llave fija de 10 mm quito los cuatro tornillos de la cruceta (M8X1). Estos tornillos se deben poner nuevos SIEMPRE, pero yo no los he puesto nuevos.

El siguiente paso es quitar los dos pivotes del basculante, para ello se quita la tapa negra, la tuerca hexagonal que hace de contratuerca (hace falta una llave de vaso un poco especial, con las paredes mas delgadas), y el pivote (con una llave allen).

Y con eso ya tenemos el basculante fuera. Por cierto, antes de hacer todo esto es muy conveniente vaciar el brazo del cardan de aceite para no ponerlo todo perdido.

Lo siguiente es quitar la caja del filtro del aire. Para ello se recomienda quitar el depósito de gasolina, pero como yo ya tenía la moto en alto, me resultaba un poco incómodo, así que con paciencia lo saqué sin tener que quitarlo. Para ponerlo fue otra cosa, pero eso viene después.

Ahora desenganchamos la varilla de conexión del pedal del cambio con la palanca de mando del selector, que lleva un mecanismo de cierre mediante un alambrito que rodea el eje principal a la vez que bloquea la salida de la rótula. Se gira y se saca con mucha facilidad, pero no sale solo; hay que ir por él.

Una vez hecho esto, solo nos queda mover la caja de cambios 90º en el sentido del reloj, visto desde atrás, desconectar los dos polos del sensor de punto muerto, y sacar la caja de cambios. En mi opinión es mejor sacarla desde el lado izquierdo de la moto, pero imagino que habrá a quien le guste sacarla desde el otro lado. De todas formas hay que tener cuidado, que siempre se pueden fastidiar cosas, como me pasó al montarla.

Francamente, cuando llego a escribir esto, me arrepiento de no haber tomado mas fotos, de no haber detallado un poco más todos los pasos, porque sé que esto lo leen algunos de los que van a empezar a meterles mano sus motos de aquí a nada, y me acuerdo del origen del blog (véanse a tal efecto las primeras entradas del blog), cuando quería convertirlo en una especie de tutoriales para ayudar a todos los que como yo, empezábamos a perderle el respeto, en el buen sentido, a la mecánica de nuestras motos. Pero es que no me da para más. Me dejo la piel, textualmente, al menos la de las manos, cada fin de semana, pero tengo que reconocer que ni soy un buen mecanico ni soy un buen pintor, ni soy casi nada, ahora, eso sí, le pongo un interés bárbaro a todo lo que hago, y al final acabo aprendiendo, no lo dudéis.
Siguiendo con la historia del fin de semana pasado, lo siguiente fue sacar el famoso retén del cigüeñal, que está, en palabras de Robemumoto, duro como cuerno de una persona mayor. Para sacarlo casi hay que hacer unas oposiciones. Véase cómo se queda, comparado con el nuevo, después de insinuarle levemente aquello de: "querido retén... ¿te importaría dejar tu alojamiento libre para que pase a ocuparlo tu más joven sustituto?"

¡No me costó nada sacarlo...! Para mi que le habían puesto algun pegamento de esos modernos que te dejan los dedos mordisqueables...
Bueno, una vez fuera el dichoso retén, quedaba montar el nuevo. En la R80RT de Manolo se montó con una pieza de PVC y un celofán, pero como no tenía ninguna de las dos cosas, me tuve que apañar con lo primero que encontré, que no fue mas que una botella de fino La Ina, con la que conseguí que la pestaña del retén se quedase en su postura, y una vez acomodada, poder colocarlo.

Mientras tanto, quité los cuatro tornillos de la tapa de la bomba del aceite, extraje los dos rotores, interno y externo, cambié la junta tórica de la tapa, puse los dos rotores nuevos y cerré la tapa apretando bien sus cuatro tornillos.

Y ya puedo colocar el reten del cigüeñal, que se ha quedado con su forma y que da un poco de lata para entrar, pero creo que al final queda bien, dandole unos golpecitos para que se ajuste.

Lo siguiente es limpiar un poco todo y volver a colocar el plato de inercia, al que previamente le había hecho unas señales para que quedase bien orientado.
Unto un poco de grasa en el muelle del embrague, en los sitios donde toca con el plato de inercia

y lo pongo en su sitio.

Monto las otras piezas del embrague, teniendo cuidado de dejar las marcas orientadas 120º

y aprieto bien todos los tornillos teniendo cuidado de dejar antes bien centrado el disco de embrague. Por cierto, hay un útil para el centrado, pero solo con los dedos, tocando el reborde del disco respecto al plato de presión, se puede hacer bien, sin necesidad de herramienta de ningun tipo.
Ahora ya puedo colocar en su sitio la caja de cambios, cosa que logro hacer con el solo estropicio de cargarme uno de los contactos del sensor del punto muerto.

Menos mal que tenía uno guardado en el cajón y lo pude sustituir, porque es una de las piezas mas latosas de cambiar si no tienes fuera la caja de cambios.
Ya, con la caja de cambios en su sitio, el panorama se ve mucho mejor. Me encanta eso de poner piezas gordas que se vea que se avanza. Se mete la varilla del embrague, se engrasan los rodamientos

y se colocan en su sitio, junto con el muelle, la goma protectora y la palanca.

Ya casi estaba todo listo, pero no. Me puse con la caja del filtro del aire y no había manera de que el tubo de evacuación de los gases del motor entrase en su sitio, de forma que tuve que quitar el depósito de gasolina y la tapa del motor de arranque para poder colocarlo, y aun así, echándome abajo las manos, que se me quedaron como si hubiera estado cogiendo nidos en un zarzal, pero, bueno, caja puesta,

filtro puesto (K&N, por supuesto)

y a lo siguiente: colocar el basculante, para lo que sigo los pasos contrarios al desmontaje: pongo los cuatro tornillos de la cruceta, apretandolos bien y con una gota de fijatornillos Ceys, aunque ya se que debería haberlos puesto nuevos y cierro la abrazadera del fuelle.

Despues pongo los dos pivotes que hacen de eje del basculante, cuidando que la separación en ambos lados sea la misma, coloco la tuerca, aprieto y pongo la tapa. Engancho el amortiguador izquierdo a su sitio de anclaje y con esto acabo toda la operación, dejando para el próximo dia la colocación del grupo trasero y la rueda. Celebro que todo ha acabado bien tomandome una cervecita a la salud de los lectores del blog, mientras acabo de poner el depósito de gasolina,

y me despido hasta el próximo dia, que no será una entrada de mecánica, sino de viajes. Me llevo la Sprint, porque no es cuestión de probar la R100RS en un viaje largo, no vaya a ser que no haya colocado algo bien y empiece a dar la lata en la otra punta de España.

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