domingo, 28 de octubre de 2007

1.- A MODO DE PRESENTACION

La primera entrada, que será la última a menos que adivine cómo invertir el orden, creo que debería ser una presentación de mis dos motos (en realidad tengo tres a mi nombre, pero la tercera es mas de mi mujer, así que no creo que la traiga mucho por aquí, al menos por ahora).

La de la izquierda, roja burdeos o "sunset red" como le dicen los ingleses, es una Triumph Sprint ST de 2006. La compré, nueva, a principios de noviembre de 2006 en I+D, en Sevilla, y no me la entregaron hasta bien transcurrido el mes de noviembre por cuestiones de papeleos. Primera ingrata impresión que se borró apenas me monté en ella. Lo primero que se me ocurrió, comparándola con mi antigua Sprint, la ST 955, que se puede ver en la foto de mas abajo con la BMW, es que era "de gatillo fácil". Si nos ponemos a comparar, en unas cosas gana una y en otras la otra, pero ambas son unas magnificas motos. Dejaremos esa comparativa para más adelante y seguiré presentado a mi otra moto, la de la derecha, de color blanco perlado precioso, o "perlenwhitepretiosem" que dirían los alemanes. Esta moto nació allá por el año 1983, mas concretamente en junio; se matriculó en julio de 1984, y antes que yo ha tenido dos dueños que, ni por asomo le han dado el trato que yo le estoy dando. Cuando la compré en abril de 2004 estaba bastante deteriorada; muy dejada; se notaba que el tiempo se había montado en ella mucho más que sus dueños y presentaba un aspecto bastante mejorable. Desde entonces hasta ahora ha pasado bastante tiempo y se le han hecho muchas pequeñas reparaciones, de las cuales no guardo fotos, porque no pensaba entonces ilustrar un blog con las chapucillas, pero a partir de ahora procuraré que todo lo que le haga vaya ilustrado con sus correspondiente reportajes, al estilo del maestro Bmwero, a quien se puede conocer y aprender de él en el foro de clásicas de www.bmwmotos.com


Recuerdo que de las primeras cosas que le hice, ademas de desmontar-limpiar-montar para darme cuenta de cómo era su estado real, fue poner en condiciones las llantas, aprovechando que había que poner gomas nuevas, para lo cual, hice un concienzudo trabajo de limpieza con cepillo, y posterior pintado en su color original, para acabar engrasando los cojinetes, que quizás debía haberlos cambiado entonces, porque después me dieron la lata los traseros, pero... El resultado, espectacular, se puede ver en la foto. La moto, solo con un limpiadillo general y este remozado de llantas cambió espectacularmente, lo que me animó muchísimo para seguir poniendola en condiciones.

Pero no eran solo cuestiones de apariencia las que había que atender. Hubo que hacer muchísimas operaciones, tanto en chasis, como en motor, que, como decía mas arriba, se quedaron sin sus fotos, pero a partir de ahora será distinto.

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