Como ocurre en las averías eléctricas, por regla general, se presentan de golpe. Ahora pasa la corriente, ahora no pasa. Ahora se tenía que encender una luz, ahora se enciende otra. Pues bien, la otra noche se me fundió uno de los fusibles que van en el interior del faro y me quedé sin intermitentes y sin claxon. Lo del claxon es lo de menos, que ya se me oye venir la mar de bien con los nuevos Hoske, pero lo de los intermitentes es preocupante. Ya nos ven poco las neveras, como para encima ponerles fácil el atropello por no indicarles nuestras intenciones.
Toqueteé un poco por encima todo el cableado y cambié el fusible. Ahora funcionaban los intermitentes del lado izquierdo, pero se quedaban encendidos los del lado derecho algunas veces, y otras los cuatro a la vez. No quedaba mas remedio que desmontar. Me fastidian las averías eléctricas porque son autenticas tonterías: un cablecito pelado, un contacto que ya no contacta, dos cables que han decidido unirse en matrimonio hasta que el mecánico los separe... Una vez encontrada es muy fácil de reparar (por regla general), pero eso de encontrarla es muchas veces labor de chinos. Para empezar a investigar la avería es muy conveniente disponer del esquema de la instalación eléctrica para estudiar cómo está dispuesto el cableado.

Así pues, retiré la pastilla, o enchufe, o como se llame, de la cara posterior, desenrosqué el cable del cuentakilómetros, aflojé los tres tornillos de sujeción y saqué el cuadro.

El contacto que hacían los cables, especialmente el pequeño de la izquierda, no parecía muy bueno, de forma que lo he sustituido por un poco de estaño.



El lunes, cuando tenga nuevos fusibles, probaré si ha quedado bien el invento. Por lo pronto, me quedo todo el fin de semana sin moto. Menos mal que hay carreras.
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