Me encanta ir a trabajar en sábado. Si, parece de masocas, pero es la verdad. Eso de levantarse a las siete de la mañana, prepararse un cafelito y unas buenas tostadas, enfundarse el mono y bajar al garaje con la bolsa de depósito llena de pinturas y disolventes o de alguna pieza de repuesto, es que me llena. Si ademas, después te tienes que hacer ciento y pico de kilómetros por carreteritas de curvas sin radares, y con paisajes y olores maravillosos, pues el gozo es completo.




Hablando de otra cosa, el otro día pedí unos "crash posts", unos protectores de las fibras en caso de caída, de esos que van anclados al chasis y sobresalen por la parte media del carenado, para la Triumph. No es nada especial, pero me ha llamado la atención que Powerbronze USA apenas haya tardado una semana en mandarme las piezas, en tanto que llevo mes y medio esperando las de Boxertodo, que está en Madrid. Me parece que vamos a hacer pocos negocios a partir de ahora, porque me están fastidiando unas cuantas operaciones que tengo que hacerle a la BMW (cambio de junta del cárter del motor y cambio de juntas de los tubos de los empujadores de las válvulas, principalmente) y que no puedo hacer hasta que me sirvan el pedido. También tengo que pedir una goma trasera para la Sprint, que está en las últimas. Me decanto nuevamente por el Dunlop D220, que me ha dado un magnifico resultado de agarre y ademas me está durando ya cerca de los 10.000 km, y es posible que llegue a los 11.000. De todas formas se me está acumulando el trabajo. Vamos a tener que dejar tanta organización y remangarnos de verdad.
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