lunes, 13 de agosto de 2012

312.- NUEVA INQUILINA EN GMW

Como anunciaba la semana pasada, ya ha llegado la nueva. Es una R80R, y es una moto especial porque solo se hicieron tres mil quinientas noventa y tres (3.593) unidades de ella entre los años 1991 y 1994. La recogí el miércoles día 8 de agosto y la presenté en Los Barriles, y este sábado me la he llevado puesta a Ronda, con lo que he podido probarla en condiciones, que eso de andar por ciudad no es lo mismo. Antes de salir le miré el aceite y estaba en el mínimo, así que la rellené con un cuarto de litro de SAE 20W50, pero sin tenerlas todas conmigo, porque lo mismo llevaba sintético, aunque es poco probable.
En el camino he probado que va muy bien de motor, bien de suspensión trasera y regular de la delantera. De frenos anda bien aunque solo tiene un disco delante. He tenido que tensar el trasero, por lo que es fácil que las zapatas estén en las últimas. El embrague también parece delicadillo, aunque no ha hecho nada raro. El que ha puesto las gomas nuevas (tiene goma trasera nueva) aunque ha marcado con señales el neumático no parece que se haya tomado la molestia de equilibrarlo, yo al menos no he visto las pesas, y desde luego, la moto a 125 km/h parece que se va a partir en dos, desapareciendo la vibración un poco por encima y por debajo de esa velocidad, y eso en mi pueblo es una rueda desequilibrada.
Bueno, el caso es que he hecho el viaje relativamente cómodo (tiene el manillar torcido, muy posiblemente de una caída tonta, porque también tiene los espejos distintos: el derecho no es original y el izquierdo sí, y además uno es más alto y mas grande que el otro).
Bueno, el aspecto general de la moto es este:




Y aunque así, por encima, el aspecto no es malo, en cuanto uno se fija un poco empiezan a salir peros. Por ejemplo, sin ir mas lejos, la tapa del cárter del alternador está rallada, pudiendo leerse en la misma la palabra "BOLAS" que no sé a qué viene. Eso es fácil de corregir con un lijado.


En general todo el aluminio está muy negruzco, así que me voy a tener que poner las pilas en la mano de limpiar aluminio para dejarla en condiciones. Por lo menos no tiene fugas de aceite apreciables por ningún sitio, y eso es bueno.


Los colectores parecen estar bien, salvo un par de bollos en el derecho, posiblemente con la misma data del manillar y el espejo, no así la interconexión entre ambos, que veremos si es recuperable o si hay que poner una nueva.


El chasis, aparte de estar feo de origen, porque nunca me ha gustado el chasis de color gris de esta moto, está regular de pintura. Ya veremos si me planteo desmontarlo todo, y entonces lo pintaría de negro, o si lo dejo así. Todo depende de las ganas de trabajar que tenga y del futuro de esta moto, que no sé si ha venido para quedarse o solo para que le de un repaso e irse, porque parece  que la R100GS no acaba de gustarle e mi hijo, que dice que no tiene buen filling con la rueda delantera y quiere un manillar mas bajo, así que lo mismo se la hago entera y me quedo yo la R100GS. Ya veremos qué decide cuando pruebe ésta.
Siguiendo con la moto, es una R80, así que solo trae un disco, pero viene preparada para el segundo, así que, en caso de que me la quede es fácil que lo ponga.


Por supuesto, el buje, el disco y la llanta pidiendo guerra. Se le dará.


El amortiguador trasero es el original BMW y no parece estar mal. El aspecto del basculante es de mucha mugre, pero nada que no se pueda quitar con un poco de paciencia y un trapo.




El guardabarros trasero ha sido comido en su parte inferior por la rueda por haber llevado sobrecargada la moto, pero el daño no es gran cosa, hasta se puede quedar así.


El silenciador y la marmita precisan de desmontaje, limpieza y nuevo montaje con su grasa de cobre marca Spinner.



Bajo el asiento la caja de herramientas sin herramientas, así que habrá que buscarle una bolsa con las imprescindibles.


Y bajo el depósito, polvo y mugre, como siempre. No lo quité porque como ocurre siempre que hay que trastear con el depósito, está hasta las trancas de gasolina.


De pintura también está la cosa regularcilla. Algún que otro desconchón de laca como este del depósito, que ya veremos qué arreglo le damos. Aunque parece espectacular en la foto, casi ni se ve en condiciones normales.


Y ahí quedó eso. 
No, no es lo único que he hecho esta semana; también le he cambiado los silenciadores a la R65, que sigue encima de la mesa esperando que le meta mano (limpieza de carburadores, cambio de aceite y puesta a punto).



Y finalmente he aprendido a beber en un búcaro siguiendo los sabios consejos y las lecciones de mi queridísima cuñada, que de esto de beber en botijo es como el Carpintero escanciando sidra.


Y ahí se acabó el día de más calor del año. La vuelta en el coche con mi mujer, fresquito. Cuando llegamos, a eso de las diez y media de la noche, la temperatura exterior era de 40 ºC. No nos encontramos ni un guardia por la carretera. Sí que vimos un par de tíos con cuernos y tenedor detrás de una curva, pero no creo que sean los del radar, por lo menos no iban de verde, sino de negro y rojo.
La semana que viene, más.

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