Con esta entrada acabo el blog. Lo empecé allá por el mes de octubre de 2007 y lo termino ahora, a mediados de noviembre de 2012. No lo acabo con pena como me preguntaba alguno el otro día en Benidorm. En total, han sido algo más de cinco años en los que me he dedicado un poco-mucho a enredar en mis motos. En este tiempo he aprendido casi todo lo poquito que sé de estas motos, sobre todo a base de muchos errores y más cabreos, casi todos derivados de mi impaciencia, pero después de todo, mirando atrás, debo decir que lo he disfrutado un montón, que he aprendido mucho y que seguiré trasteando en mis motos, aunque lo que saque en claro no lo verteré aquí, sino que me lo quedaré para mí o, más bien, lo compartiré en el foro de BMW clásicas.
A pesar de todo lo anterior, no dejo de escribir, ya que estoy empezando otro blog, pero este dedicado exclusivamente a la R100RS, mi favorita ¿a qué negarlo? Quien quiera seguirlo me tendrá en el nuevo blog que se llama (sin espacios entre las letras, ninguno, que después os liáis)
Pues sí, por fin llegó el día. Llevamos esperando todo un año para volver a esta cita, una de las más esperadas del año, si no la que más, y la culpa de eso la tiene uno que yo conozco: Curroalb, que desde el día en que se acaba la reunión, cuando está en la puerta del hotel despidiéndonos a todos, se le nota que ya está pensando qué demonios va a hacer para el año que viene.
Este año, cómo no, todo ha salido a la perfección, y ni siquiera la meteorología ha podido con la reunión, aunque lo ha intentado, pero eso viene después, que, como siempre, me adelanto. Vamos a lo que vamos y eso es al principio del viaje.
El miércoles anterior a la salida habíamos quedado en Los Barriles, como todos los miércoles pero esta vez era para planificar el viaje a Halloween, porque ya se sabe, los Mirlos son pájaros raros y después pasa lo que pasa. Por un lado tenemos a JuanR65 que vive en Huelva, aunque no sea de allí, y que sale una hora o más antes que nosotros, que no en vano, tiene que zamparse cien kilómetros más cuando viajamos al este; por otro lado, Spinner está de luna de miel ampliada, intentando polinizar a Flor para seguir con más miel y que le gusta escaparse por otro lado, ademas de que lleva una K, y eso se nota, y si no, que se lo digan al Sentauro, que, por cierto, este año no se ha tenido que inventar una excusa de viaje, se la han dado de verdad, y se ha perdido la Halloween, pero, según creo, viene bien de cerveza belga. Motoroto y Mayte se dieron de baja un par de días antes por cuestiones familiares, y bien que lo sintieron, y nosotros también, que son unos excelentes compañeros de viaje. Borja y Paloma también se dieron de baja en el último momento, al igual que Diegofull y Noelia, aunque estos son mirlos adoptivos, con cara de boquerón. Total que solo quedábamos para ajustar el viaje Elisa, Robemumoto, Jalbarra, Maricruz y yo. Eso se arregla en dos minutos, pensarán algunos, y así es normalmente, pero con los Mirlos las cosas no son tan fáciles. En toda la tarde-noche no llegamos a ningún acuerdo, y solo fue a la despedida, con el último botellín en la mano cuando decidimos que salíamos a las 8,30 de una gasolinera al lado de Torreblanca.
De Los Barriles a casita, a dormir deprisa que había que levantarse temprano para prepararlo todo, y efectivamente, a las siete de la mañana ya estábamos en danza preparando café y tostadas a la vez que cargábamos maletas. A las ocho y diez en el cajero automático sacando dinero y a las ocho y media en punto en el lugar de reunión después de haber llenado el depósito a mitad de camino. Un cafelito el que quiso y andando.
El cielo despejado y algo fresco, sobre todo teniendo en cuenta que se me había ocurrido salir solo con una camiseta debajo de la chaqueta, y los primeros kilómetros sin problemas, salvo los arreones de Jalbarra, que lo mismo se ponía a velocidades ilegales y se escapaba, que lo mismo se quedaba atrás. En la bajada a Riofrío una nube baja y la carretera algo húmeda. Roberto y yo nos despegamos un poco y a la subida no veía a Jalbarra por el retrovisor; reduje un poco la marcha para que me pillase, pero nada; anduve así, despacito, unos dos o tres kilómetros y finalmente me paré. Esperé un par de minutos y viendo que no aparecía anduve un poco más hasta el siguiente cruce y me di la vuelta para buscarlo. Roberto, a todo esto, había seguido camino. No era mucho problema porque habíamos quedado en la gasolinera de Albolote con DavidRC, así que allí nos esperaría. Como decía, me di la vuelta y me anduve todo el camino de vuelta hasta Riofrío vigilando la carretera por si me cruzaba con Jalbarra, lo que pasa es que en esa zona la carretera tiene varios tramos en que los distintos sentidos de circulación transcurren a diferentes niveles, con lo que había tramos que no podía controlar. Llegue a Riofrío sin verlo, paré, llamé por teléfono y ninguno de los dos me contestaba, así que volví a ponerme en marcha en dirección a Albolote esperando encontrarme a Jalbarra parado en la cuneta, pero no, llegamos al cruce en el que habíamos dado la vuelta sin encontrarlo. Nueva parada y nuevas llamadas por teléfono con el mismo resultado. Nos pusimos nuevamente en camino con un cabreo de mucho cuidado y renegando de no habernos ido solos. Llegamos al cruce de Albolote y nos metimos buscando la gasolinera, pero allí no había gasolinera ni nada. El teléfono sonando en el bolsillo. Me paro y contesto. Roberto que dice que nos hemos pasado, que nos han visto desde la gasolinera, que no está en Albolote sino antes. Pues nada, quedamos en la siguiente gasolinera, en la de Huétor Santillan. Llevamos 263 km y son las 11,42 horas. Llegamos, repostamos y me pido dos cocacolas Me tomo una y medio bocadillo, que tengo hambre del cabreo que he pillado; Maricruz no quiere. A los pocos minutos llegan Roberto y Eli, DavidRC y un poco después Jalbarra. Saludos y no me dejan ni acabarme el bocadillo. De repente les han entrado las prisas. La explicación de todo el asunto es sencilla: a Jalbarra se le ha caído la bufanda con el viento y se ha parado a buscarla. Con la pasta que se gasta ha tardado un buen rato en ponerse en marcha y nos hemos cruzado sin vernos. Bueno, al menos ha sido solo eso. Nos despedimos de DavidRC y seguimos camino. Ya no paramos hasta Sangonera, 267 km más allá. Son las 14:10 horas y el hambre empieza a apretar, de manera que nos tomamos un refrigerio en el restaurante de detrás de la gasolinera. Por fin me dejan comerme el medio bocata que me quedaba. Descansamos un ratillo y hacemos unas fotos.
Por ahora llevamos bien el viaje. La temperatura ha subido bastante desde que pasamos por Murcia y ya no se siente frío sino calor.
Ya solo nos quedan 140 km, según me informa el GPS, así que estamos a un tiro de piedra. A las 14:39 horas nos volvemos a poner en camino.
Y ya no hay más incidencias, salvo que me equivoco de camino y les hago una ruta turística por el centro de Alicante, ruta que no tenía prevista, pero es que me ha vuelto a confundir la señorita del GPS. Cualquier día de estos la moñeo por mitad del parque.
Llegamos a Benidorm a las 16:19 horas, dejamos los depósitos llenos para no entorpecer en la excursión del día siguiente y nos vamos al hotel. Por cierto, las horas las tengo tan bien anotadas por los recibos de la gasolina, no porque lleve un control exhaustivo. Total, que en la ida hemos invertido siete horas y cincuenta minutos aproximadamente. Descontando los tiempos de descanso (media hora antes de salir, unos quince minutos en el lío de Albolote y otra media hora en Sangonera) hemos tardado unas seis horas y media. Se puede hacer en bastante menos, pero no está mal. Las motos, por supuesto, ni una pega ¿qué esperabais si son las mejores del mundo?
En la puerta del hotel, ahora mismo no recuerdo quien había, pero me parece recordar que al primero que saludé fue a LluisBCN, que había llegado el día antes, y no en su preciosa R100RS color champagne, sino en nevera. Tienes un cero en vehículos, Lluis. Por allí corría, más que andaba, Curroalb haciendo los preparativos para la recepción; también estaban Igorpa y sus vecinos, entre ellos mi colega Benito, con los que anduve un ratillo comentando el tema de las llantas delanteras. Desde luego, parece mentira que todavía queden llantas antiguas sin recoger... ¡ Animaos los que quedáis, que no es mentira, os las cambian en el concesionario por las nuevas con refuerzos!
Después de inscribirnos en el hotel subimos a darnos una ducha, que en el último tramo hasta habíamos pasado calor, y después bajamos al hall del hotel a saludar a los que iban llegando, intentar tomar una cervecita y echarle una mano a Curroalb en las tareas de intendencia (eso, en realidad, lo hizo Maricruz, que yo estaba en la barra saludando a la Heineken). Conforme iba pasando la tarde iban llegando más viejos amigos (Blanca, Formariz, Maribel, Chopp, Bemeuvero, Maensa, Elrite, yo qué sé...) algunos nuevos amigos (MinistroR100, Solitaria, que recuerde, y alguno más) y por fin empezaron a aparecer los Mirlos: Manoli, JuanR65 y Spinner, el homenajeado de este año, pero sin Flor, que estaba un poco indispuesta (la luna de miel, supongo...). Después, aquello empezó a ser un poco más lioso, de forma que ya no controlaba quien llegaba y quien no, aunque supongo que las tres o cuatro cervecitas que nos tomamos también influyeron en la pérdida de control. También recogimos el magnifico paquete que nos había preparado Curroalb como parte de la bienvenida: una bolsa con una botella de vino espumoso etiquetada especialmente para la ocasión y que no pienso beberme, una camiseta, una identificación con la entrada del museo de motos para el día siguiente, documentación ilustrativa sobre algunos patrocinadores (NZI, Maxboxer, etc) y no recuerdo qué más. El caso es que lo llevamos todo a la habitación e incluso pusimos a enfriar una de las botellas de vino para hacer una celebración nocturna que sabíamos que iba a ser imposible, pero por preparar que no quede...
Cuando nos juntamos todos los Mirlos nos fuimos a tomar una cervecita a uno de los bares escondidos, que aquello, con ser zona turística tiene unos precios para alemanes jubilados, no para españoles arruinados. A dos euros recuerdo haber pagado una cerveza, cuando con ese dinero casi me hago una casa en Sevilla.
Se nos unieron a la cervecita LluisBCN y su encantadora esposa Maribel, Curroalb y Solitaria, y allí echamos un buen rato, comentando las cosas que nos gustan: el Betis, el Sevilla, las elecciones catalanas... todo menos las motos.
Al poco rato había que volver al hotel a cenar, y allí estábamos puntuales como clavos. Recuerdo que nos sentamos Maricruz, Maribel, LluisBCN y yo en una mesa y tuvimos una muy agradable cena, aunque no recuerdo ni lo que comimos, pero no debía estar malo cuando no se me quedó grabado. Despues de cenar, al paseo a tomar una copa el el Penélope o el Heart Break. Ezste año la cosa ha estado mucho mas desaborida, porque la fiesta de Halloween había sido el día antes, y, claro, nos quitaron la oportunidad de disfrazarnos, y eso, en según quien, pues se nota mucho. Por supuesto estoy pensando en Blanca y Formariz, que todos los años nos sorprenden con su ingenio para el disfraz de terror. Tampoco se queda atrás Flor, pero esa se entretiene disfrazándome a mí. Bueno, no pasa nada. El año que viene Halloween cae en viernes y será otra cosa.
Aunque no hubo disfraces sí que hubo copas y hasta una gogó del Penélope, este año nueva, que se ve que a la rubia de todos los años ya le ha llegado la edad de jubilación. Por ahí andaba nuestro homenajeado Spinner haciéndole arrumacos a la morena. Por cierto, no se le ve la mano izquierda.
Y por otro lado andaba el resto del personal escuchando música en directo y tomando una copa.
Mientras estábamos por allí hubimos de ir al hotel a buscar una placa de diodos y un rotor (después me enteré de que estaba machacado) para Angel/7, que había tenido una avería eléctrica, una cosa, por otra parte, extraordinaria en estas motos ¿no?. Maricruz y yo estábamos algo cansados y optamos por irnos a la cama tempranito, así que a eso de la una y pico de la madrugada estábamos en la cama. No tardamos en dormirnos nada. Ni a decir buenas noches nos dio tiempo.
A las ocho en punto de la mañana sonó el teléfono de la habitación. Eso también lo tiene controlado Curro, para que nadie se le despiste para la foto en la Playa de Levante. Una ducha y a desayunar. El desayuno del Hotel Agir me gusta. El café no es excesivamente malo y se puede hacer uno unos bocatas muy apañados.
Después del desayuno a buscar la moto al garaje y a la Playa de Levante. Allí aparcamos las motos y charlamos un rato esperando a estar todos. El tiempo amenazando agua, pero solo eso, amenazando, porque creo que no nos llovió en todo el día, aunque eso sí, el piso sí que estaba mojado.
Y cuando estuvimos todos, la foto del grupo:
Y para que consten los nicks de los participante, ahí van:
1- Eruzo. 2- Elrite. 3- Asun. 4- Indiana650. 5- MinistroR100. 6- Aerocow. 7- JuanR65. 8- Chicho Boxero. 9- Maribel. 10- LluisBCN. 11- 12- 13- Alfonso. 14- 15-Jbolle. 16- Vert. 17- Diayu. 18- Spinner. 19- Curroalb. 20- Rizos. 21- Klaus. 22- Eli. 23- 24- 25- 26- Benito. 27- 28- Jalbarra. 29- Frangalito. 30- 31- 32- 33- 34- Bolla. 35- 36- Varito. 37- BinGS. 38- ASSI. 39- 40- Solitaria 41- Maensa. 42- 43- Silverio. 44- Manoli. 45- Maricruz. 46- Flor. 47- Calma. 48- Maribel. 49- 50- Blanca. 51- Formariz- 52- 53- Geysa. 54- Chopp. 55- 56- Bang Bang. 57. Robemumoto.
Una vez hecha la foto, cada uno a su moto, que nos vamos de ruta. Nos acompañan unos cuantos números de la Policía Local para facilitarnos la huida, digo la salida de Benidorm. Por cierto, que de la reunión se hicieron eco los periódicos, al menos el de Benidorm, que nos sacó en primera página con una foto abandonando el paseo marítimo.
Eruzo, que también es de los que están en todo, llevaba una cámara de vídeo y nos hizo un reportaje de los primeros kilómetros. Ahí lo lleváis:
La primera parada, después de dividirnos en grupos para una mayor agilidad de conducción, la hicimos en el Museo de Vehículos de Guadalest, donde, ademas de disfrutar viendo las maravillas que tienen por allí, pudimos disfrutar de un almuerzo (comida de media mañana de los sitios de España donde se come mucho).
Alguna afortunada (Maribel) hasta se dio un paseo en el cochecito restaurado que había en la puerta y que era toda una gozada escucharlo petardear suavemente marcando una samba en cuatro tiempos.
Dentro del museo autenticas maravillas para los que nos gustan las motos clásicas. A destacar la gran cantidad de Bultaco que tienen y el poco espacio en que están metidas todas, que hace que parezcan menos motos de las que realmente son.
Más allá una OSSA Mick Andrews Réplica, la segunda moto que más me gustaba a mis dieciocho años. La primera, lógicamente, mi Cota 247.
Un poco más allá una Montesa Brio 110, la primera moto en que me monté, con cuatro años. Tengo una foto en algún lado; cuando la encuentre la pongo, porque posiblemente fue la primera inoculación de veneno.
Y a la vuelta, estas preciosidades:
Tampoco estaba mal esta BSA con sidecar y con Jalbarra de fondo.
Esta Derbi 74 me quitaba el sueño a los dieciséis años. Nunca llegué a probarla.
Tres Ducati que siempre me han gustado mucho, aunque había bastantes más por allí (los que me conocen bien saben que soy ducatista aunque solo tenga BMW): el Cucciolo, la 24 horas y la 750SS.
Una Indian Scout con Roberto y Eli de fondo:
Para acabar con las fotos del Museo, Maricruz en la puerta, que después dice que no le hago ni una foto.
Del Museo, nuevamente en grupos hacia Alicante, pero dando un pequeño rodeo por Benfato, Confrides, Benasau, Alcoleia, Relleu y Aigües. Eran unas cuantas curvas y con asfalto peligroso por lo mojado y por la cantidad de barro que había de las salidas de vehículos de la infinidad de carriles que desembocan en la carretera.
La ruta era ésta:
Como decía, la carretera estaba bastante peligrosa, tanto es así que tuvimos tres caídas y media. La media caída tuve la ocasión de presenciarla justo delante de mí, y la protagonizaron Formariz y Blanca: paramos para esperar al resto del grupo nuestro, que se había retrasado por la caída de Solitaria y al poner el pie en el suelo lo puso en la cuneta, y como las piernas llegan hasta donde llegan, pues se cayó para el lado derecho, pero como había una pared al lado, pues la caída solo fue eso, media caída, porque se quedaron los tres, Blanca, Formariz y la R100RS, apoyados contra ella. Todas las caídas se salvaron sin daños importantes que lamentar.
Llegamos a Alicante y en la entrada me hice una tirada de bolos en una curva; me ceñí demasiado y topé con seis o siete bolos de plástico que separaban un carril de otro. Afortunadamente, como estaban sujetos de forma flexible al piso, todo quedó en un pom-pom-pom-pom sobre el culatín izquierdo.
Nos dirigimos al centro Panoramis, donde dejamos las motos aparcadas (todo un lujazo aparcar allí, al lado del Puerto de Alicante)
Allí en el aparcamiento descubrí el secreto de JuanR65 para tener la moto como la tiene: en vez de herramientas lleva los útiles de limpieza: ese tarrito verde es detergente Fairy.
Alguno también aprovechó para darle un repaso a alguna avería, esta vez sin arreglo, porque cable del reenvío del cuentakilómetros casi ninguno llevamos en la caja de herramientas. Gracias a esto, y ya lo contaré luego, le dí unas buenas pasadas a Robemumoto a la vuelta.
Una vez que dejamos las motos, a comer, que la gazuza empezaba a arañar la barriga. Nada más y nada menos que al Club de Regatas, también con unas vistas preciosas al Puerto. Después de coger una mesa para todos los Mirlos, la siguiente tarea era ligarnos al camarero para que nos tuviera bien atendidos; un par de chistes y teníamos más cerveza de la que podíamos bebernos.
Atención, que ahora viene una foto que es una exclusiva mundial. Los que conocemos a Robemumoto le hemos escuchado hasta la saciedad aquello de: "primo ¿Vas a beber agua? ten en cuenta que el agua hincha la madera, oxida el hierro..." Pues bien, aquí lo tenéis pegándole a un botellón de agua ¡primicia mundial!
La comida, básicamente consistió en unas entradas que ya no recuerdo cuales eran, pero que estaban de muerte, y con el hambre que arrastrábamos duraban el tiempo de ponerlas en la mesa, y dos magníficas paellas que, como parece que es costumbre por aquella zona, sacaban a pasear antes de servirla. No solo tenían muy buen aspecto, sino que estaban de muerte.
Durante la comida, pues lo propio, que si voy para allá, que si vienes para acá, charlas, risas, te invito a una cervecita y luego me invitas tú a otra... lo de siempre.
Por cierto, este es el camarero que se bebía todo el vino desde la cocina al salón, y Roberto no paraba de decirle: Manolito, no bebas más que te estás poniendo borroso.
En mitad de la comida se procedió a la entrega de trofeos por parte de Curroalb. Yo sé que esta es una de las partes de la reunión que más le gustan, y es que lo ves disfrutando, porque Curroalb, aunque no lo parezca, es descendiente directo por vía paterna de los Reyes Magos y eso de sorprender y regalar lo lleva metido en el ADN y estas cosas le producen subidas de endorfina que le duran cerca de un año. Cuando se le van acabando pues se recarga otra vez.
Se llevó el premio a la mas vieja el de la R50, que no recuerdo como se llama, y a quien pido perdón desde aquí por ello, además de darle la enhorabuena por la moto tan bonita que tiene.
El premio Nanas de Oro a la moto más cuidada se lo llevó Diayu.
y el segundo premio a la moto mas cuidada, para un Mirlo: JuanR65:
que también se llevó el Premio a la Más Larga (ruta), y es que este chaval está que se sale.
El Premio Concha Velasco (a las pérdidas involuntarias de aceite) se lo llevó Eruzo, y es que Berta, su moto, dio mucho el cante en el centro Panoramis.
También hubo un Premio para la Fémina mas lejana, que se lo llevó Solitaria.
Y otro Premio más, que no recuerdo a qué era, que se lo llevó Geysa. Indudablemente, bien merecido.
Y, por fin, llegó el momento que Curro disfruta especialmente, el de la proclamación del homenajeado del año. Este año le correspondía a Spinner, y tras un sorbito de champan, como decía la canción,
lo proclamó a los cuatro vientos, que para eso llevaba el megáfono, y le hizo entrega del precioso casco que ha fabricado expresamente NZI para la ocasión: un casco con el logo que para los Mirlos hizo Spbit y que queda francamente precioso en el casco. Por cierto, quien se quiera hacer un casco personalizado de este tipo no tiene más que ponerse en contacto con NZI (fabricante de cascos español, por cierto) que tiene el sistema en exclusiva para este tipo de decoración que no es pegatina ni pintura ni yo qué sé cómo lo hacen, pero queda de lujo. Aunque en las fotos se vea bonito, no tienen nada que ver con la realidad. Es un trabajo impresionante, y ademas, según nos dijeron, si compras el casco en fábrica, te llevas el diseño que tú propongas sin aumento de precio.
Bueno, el caso es que tras un poquito de nervios se le hizo entrega a Spinner de su trofeo como homenajeado en Benidorm. Como decía alguien el otro día los Mirlos ya podemos ponernos dos estrellas de campeones en las próximas camisetas.
Con estos actos y los postres se dio por terminada la comida, y abandonamos en orden y concierto el Club de Regatas, unos con casco nuevo y otros con unas cuantas cervezas.
A la salida de la comida recogimos las motos del Centro Panoramis, donde las habíamos aparcado, y Angel/7 también grabó un vídeo de la salida, que aprovecho para colgarlo aquí:
Como podéis apreciar, después de comer vamos todos mucho más contentos y es que el arroz estaba de muerte y me parece que estos alicantinos le echan algo especial.
Y de allí, a los karts ¡campeonato mundial de clásicos BMW en cuatro ruedas pequeñas! Cuando llegamos estaban corriendo unos piojillos en minimoto que no veáis cómo le daban a esto de la velocidad... Por ahí andan los que nos van a animar las mañanas de los domingos dentro de poco.
Bueno, a lo que vamos: tres tandas, dos semifinales y una final. Solo puedo comentar que las tandas fueron bastante entretenidas, que ganaron los mejores en cada manga y que la final fue apasionante, y no es broma, que nos quedamos con ganas de unas cuantas vueltas más, porque en diez minutos apenas da tiempo a nada, salvo a dejarse los brazos y la zona en la que acaba la espalda. Yo creo que vale la pena dejar unas cuantas fotos para la posteridad, así que ahí van:
Y aquí el podium de los tres dignísimos vencedores, que lo celebraron con champán especial de la Reunión e incluso intentaron mojar (sin conseguirlo) al fotógrafo.
Como podéis ver por las fotos, la noche se nos había echado encima, de ahí que no haya más fotos de la carrera, que la cámara tiene una sensibilidad cortita. De allí nos volvimos al hotel a adecentarnos un poco, que había sido un día de muchísimas emociones. Como es habitual, me perdí entrando en Benidorm. Entré por donde no debía y me tuve que recorrer todo el pueblo por el centro en vez de por la circunvalación, pero eso tampoco es malo; ya me lo conozco y ya no me pierdo más por allí.
Y ya solo quedaban un par de actos para acabar la Reunión: cenar y el sorteo de premios. Bueno, y una copilla antes de irnos a la cama para emprender viaje de vuelta al día siguiente.
La cena, como de costumbre, y una vez acabada, el sorteo. Curroalb ha logrado que el sorteo deje de tener emoción, porque se mueve tanto el tío preparando todo esto que consigue que haya un premio al menos por cada participante.
Del sorteo tengo alguna que otra foto, pero tengo que dejar puesto aquí que, por fin, he logrado un lote de productos Carmencita, que llevo un chorro de años detrás suyo sin conseguirlo.
Y aquí están las fotos del sorteo; como decía antes, uno o dos premios por participante, una pasada. Y me han dicho que para el año que viene habrá una Vespa, así que habrá que ir apuntándose.
Y ahí ya tuvimos que entonar aquello que se canta en Pamplona del "pobre de mí". Un par de vueltas por la Playa de Levante, comprobar que María Jesús y su acordeón seguían de vacaciones, que el tío del castillo de arena no había hecho ni siquiera una torrecita más y que estábamos tan derrengados que nos arrastrábamos casi sin querer, de vuelta al hotel a coger la cama.
De nuevo dormimos, al menos yo, como niños. No me dio tiempo ni a apagar la luz, pero a las siete y media en planta, atentos al tiempo en la televisión, que nos habían anunciado agua a punta de pala a la vuelta. Por lo que se veía en los mapas del tiempo era posible que llegásemos a Granada medio bien, pero después... mala cosa.
El cielo, por allí, estaba bastante mejor que el día anterior, incluso el sol se había asomado para despedirnos, y nos lo encontramos en el comedor del hotel mientras desayunábamos. Los Mirlos nos habíamos desgajado para la vuelta en dos grupos: los de culo duro y los de culo blando, aunque por lo que tardamos creo que eran los de culo medio duro y los de culo blando, que por si por mí hubiese sido, del tirón, como siempre: salir a la hora que sea y llegar a la hora de comer.
Bien, los de culo blando se habían propuesto salir temprano con la idea de que los pasásemos, si acaso, mas allá de Granada, pero con los líos que se hicieron con la intendencia, resultó que al final salimos nosotros, los culoduro, primero. Se acabó la emoción, con las ganas que tenía yo de imprimir un ritmo vertiginoso para pillarlos en mitad de la carretera...
Bueno, los culoduro eramos Eli, Maricruz, Roberto y yo, que todo hay que decirlo; debe ser cosa de la edad y como decía, adelantamos a los culiblandos en el mismo Benidorm. Por supuesto, de mariconadas, nada de nada; eso de las autopistas para las neveras; nosotros por la nacional. Llegando a Villajoyosa dos coches de la guardia civil que estaban en una curva en la que en el día anterior estuvo apostado un radar, se nos meten de mala manera en la carretera (no todo los civiles cumplen las normas de circulación de forma que uno de ellos, el que llevaba el radar, se nos puso a la espalda, y Roberto estuvo apuntado por el radar todo el tiempo ¡qué susto!. Yo seguía a paso normal y cada vez que miraba por el retrovisor veía a Roberto más lejos. Con eso de que no tenía cable del cuentakilómetros iba pisando huevos por miedo a una foto. Finalmente tuve que esperarle en una rotonda, llegando ya a Alicante, porque aquello no era normal. Con la parada nos deshicimos del coche de la guardia civil y ya pudimos seguir un buen rato a paso más normalito.
Las condiciones climatológicas se fueron volviendo progresivamente más duras conforme íbamos avanzando hacia el oeste. Hasta Murcia sin problemas, pero cuando llegamos a Puerto Lumbreras el viento desde la izquierda soplaba a rachas y con mucha fuerza, tanto que más de una vez estuvimos a punto de entrar en una gasolinera que no teníamos prevista por el empujón de una ráfaga. A partir de allí el cielo cada vez más encapotado y algún que otro chubasco que, dado que el viento era del sur, se secaba rápidamente. A partir de Granada, agua casi continua, pero afortunadamente la R100RS es única para estas cosas y ni nos enteramos. Parada en Loja para ver la salida de la Formula I (yo, por mi, habría seguido hasta Estepa) y comer algo y nuevamente camino bajo la lluvia y el viento hasta Alcalá de Guadaira, donde paramos nuevamente para mojarnos por dentro. Llamamos por teléfono a los culiblandos y aún no habían llegado a Granada. Les quedaba una buena paliza, especialmente a JuanR65 y Manoli, que seguían hasta Huelva.
Después del remojón interior, a casita. En total, según me informó el GPS, media de 109 km/h, y es raro porque había tramos en que había que cambiar a cuarta para avanzar de lo fuerte que soplaba el viento. El consumo medio, según los recibos de las gasolineras y los kilómetros recorridos, de 6,4 litros a los 100 km. No está mal.
Y aquí se acaba la crónica de esta Halloween, que es la última que sale en el blog, pero espero que no la última mía. Si Curroalb sigue organizándola, ya tiene apuntado al primero, y ademas, reinauguro la hucha para que después no vengan las sorpresas.
El epilogo de la entrada no puede ser otro que mi agradecimiento al organizador de este magnífico evento junto con un fuerte abrazo en la confianza de vernos muy pronto. Muchas gracias Curro.