lunes, 2 de marzo de 2009

115.- ¿ME HABRÁ PESCADO EL PERA? Y ESTOS EN VINUESA...

Pues estaré con la incertidumbre unos cuantos días. Y es que estaba avisado, pero ni así. Los últimos días había visto siempre radares en las proximidades de Algodonales; unas veces en un sitio y otras en otro, pero siempre había alguno, y este sábado me parece que me lo he tragado, aunque no sé si a mucha velocidad. Pero vayamos por orden cronológico: salida de Sevilla a las nueve y poco de la mañana. En todas partes se anuncia lluvia. Por si acaso, ya que me asomo a la ventana y no está lloviendo, echo el mono de agua (el guantánamo) en la bolsa de depósito y me pongo unos pantalones de cordura en lugar de los vaqueros. Pongo la bolsa de depósito en la Honda, a la que, por cierto, le he puesto una funda de depósito Bagster para poder llevar algo de equipaje. Como en amarillo no la había, la he puesto negra, que creo que tampoco le queda mal.

Todo muy bien hasta un poco antes de llegar a Utrera, aunque el panorama que se contemplaba en el horizonte era de agua, mucha agua. Unos kilómetros antes de Utrera, como digo, empezó a llover. Nada espectacular, un sirimiri de los que apenas si llaman tu atención cuando vas en cualquier otra moto con un poco de protección, pero en esta... en apenas cinco kilómetros empapado como hacía mas de treinta años que no me mojaba, pero aquellos eran tiempos de Cota 247, casco tipo jet, chaqueta de ante y pantalones de pana, escalofríos, labios morados y dedos meñiques paralizados por el frío, parando de vez en cuando para agarrarse al codo del escape para calentarse las manos mientras una nube de vapor de agua te acariciaba la cara. Afortunadamente, ahora viajo bastante mas preparado, y con el casco integral, el tres cuartos y el pantalón de cordura apenas si me llega a entrar agua, aunque a fuerza de seguir lloviendo, llegué a Ronda con las axilas mojadas, porque eso si, parar para ponerme el impermeable nunca... ¡qué burro que soy!
Despues de quitarme la ropa mojada y encender el ordenador para tener música, me puse a trabajar. No tenía ni muchas ni pocas ganas de hacer nada, pero algo había que hacer, ademas de cambiar de moto, así que me remangué y me apliqué a la tarea: lo primero que quería hacer era cambiarle la cúpula a la BMW. Ademas, este podía ser un día muy bueno para probarla con agua. Para poner la cúpula lo primero que hay que hacer es quitar la vieja. Recuerdo que la última vez que la coloqué hice un invento con tornillos y tacos de plástico de los de pared, que, aunque no muy estético por dentro, me ha funcionado muy bien hasta ahora.

Obviamente no le iba a poner los mismos tornillos, porque tenía los originales, pero la verdad es que estos cerraban mejor la cúpula contra el carenado, impidiendo las vibraciones.
Una vez quitados los tornillos y los restos de los tacos de plástico, solo quedaba enfrentar la cúpula y el carenado y marcar los lugares donde había que agujerear (ya había hecho cuatro agujeros el otro día).

Despues, lo mismo que el otro día: brocas sucesivamente mayores con baja velocidad del taladro y mucho cuidado al perforar.

Y finalmente colocarlo en su sitio. Para mayor seguridad he dejado tornillos de verdad en el centro y en los extremos, que los taquitos originales me dan muy mala espina.

A todo esto, seguía lloviendo. Antes de empezar con la cúpula había pringado de decapante el depósito y el colín del proyecto de moto roja, y claro, al tener que limpiarlos en la pila me puse chorreando, porque el agua seguía cayendo inmisericorde con mi calva (sensor de lluvia que le llaman). Cuando por fin las deje mas o menos limpias de decapante, la pintura seguía sin querer salir por completo, de forma que más o menos se han quedado con este aspecto:

También le di un pequeño repaso de lija al carenado de Bananero, no mucho porque seguía lloviendo a mares, y ademas se me plantea la duda de si lo que estoy quitando es la imprimación o la fibra de vidrio. Preguntaré en el foro a ver si algún entendido en pintura me lo aclara.

Para acabar el día terminé el fileteado dorado de la OSSA tras el correspondiente enmascaramiento con la cinta de vinilo.

Con esto se acaba la pintura del depósito de la OSSA. ¡Qué abandonadita la tengo a la pobre! Voy a tener que darle un buen empujón un día de estos. A ver si para este fin de semana la pongo vestidita y solo a falta de ruedas y cables.
Y con eso se acabó el día. Vuelta a Sevilla con la BMW. A propósito no me puse tapones en los oídos para ver si habían mejorado la aerodinámica y la acústica. La aerodinámica sí que ha mejorado bastante, ya que ahora se me quedan protegidos tambien los hombros, pero la acústica ha empeorado, porque ahora me rompe el aire justo en los ojos y hace bastante mas ruido que antes. Por cierto, volver con esta moto bajo la lluvia es otro mundo. Es que ni me he enterado de que llovía salvo por las gotas de agua en la visera. Igualito que con Maya, que me ha hecho rememorar mi juventud perdida... y vamos a dejarlo que me pongo melancólico y húmedo y no es plan.
Y, a todo esto, me he perdido el paseito a Vinuesa. Ya me contarán y me pondrán los dientes largos.

No hay comentarios: